Una mujer de 35 años pasó cuatro días sin poder caminar por sí misma después de que sus ‘skinny jeans’ le jugaran una mala pasada en un día de mudanza. Al parecer, el tamaño de sus pantorrillas se disparó y tuvieron que cortar los pantalones para poder sacarla de ellos.
Después de estar toda la tarde en cuclillas vaciando estanterías, sus pies comenzaron a entumirse y la mujer australiana empezó a tener problemas para caminar. Después tropezó y le fue imposible levantarse, pasó varias horas tirada en el suelo antes de que alguien la encontrara.
Los médicos creen que la mujer desarrolló síndrome compartimental, que se empeoró por el uso de los skinny jeans. Gracias a la presión en sus pantorrillas, sus músculos y nervios se dañaron. Es importante recalcar que el daño no fue causado por los pantalones, pero sí empeorado por su uso.
Por supuesto, este fue un caso extremo y no es motivo para que vayas a tu armario y quemes todos tus skinny jeans. Lo que sí es importante es estar consciente de que es posible que este tipo de situaciones se den e identificar si sientes alguna incomodidad cuando uses pantalones ajustados.
“No hay necesidad de eliminar los ‘skinny jeans’ todavía, simplemente evita quedarte mucho tiempo en la misma posición y mantente en movimiento durante el día. Por supuesto, si sufres dolor prolongado debes buscar ayuda, pero nadie debe alarmarse por esta advertencia o cambiar el corte de sus pantalones.”
A propósito, los pantalones ajustados no son la única pieza de tu guarda ropa que podría presentar un peligro para tu salud. Cuídate también de tus tacones y tus aretes.
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