Dicen que todo se puede explicar con matemáticas. Eso incluiría también al amor porque, aunque muchos románticos lo nieguen, el amor está lleno de patrones.
“El mejor vaticinador de las relaciones duraderas es que tan positivos o negativos pueden la pareja ser el uno con el otro.”
En su libro, Hannah Fry habla sobre el trabajo del psicólogo John Gottman y su equipo. Ellos llegaron a la conclusión de que las parejas con bajo riesgo tienen más interacciones positivas entre ellos, y las de alto riesgo tienden a caer en la negatividad.
Gottman se unió con el matemático James Murray, y así lograron establecer una fórmula de cómo funcionan estas espirales de negatividad.
En la fórmula, lo más importante es la influencia que tiene una persona con la otra. Si el marido reacciona positivamente a algo que dice o hace su esposa, ella responderá positivamente también. Por otro lado, si el marido actúa negativamente, ella también lo hará. También funciona al revés.
El “límite de negatividad” es cuando uno se frustra con el otro y responde muy negativamente. Fry comenta que ella pensaría que las parejas con relaciones duraderas son las que tienen el límite más alto. Esas parejas solo hablarían de los problemas cuando son “algo muy importante”, pero en realidad es todo lo contrario.
“Las relaciones más exitosas son las que tienen un límite de negatividad muy bajo. En esas relaciones, las parejas se permiten quejarse y trabajar juntos en reparar los pequeños problemas entre ellos. En ese caso, las parejas no guardan sus sentimientos, y las cosas pequeñas no terminan siendo totalmente exageradas.”
Te dejamos la TEDTalk de Hannah Fry, en donde platica un poco más sobre las matemáticas de las relaciones duraderas, y nos da tres consejos matemáticamente comprobables para el amor.
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